Una forma de explicar el concepto sería decir que cloud computing es lo que todos llevamos haciendo desde hace tiempo en la Web 2.0.
No llega a ser lo esencial en la Web 2.0 ya que podemos interactuar en nuestras redes sociales desde el escritorio con cosas como Adobe AIR, pero sí una forma de posibilitar lo esencial de esta nueva Web: la interacción social o WEB SOCIAL.
Definido de otro modo, podríamos decir que el Cloud Computing sería la tendencia a basar las aplicaciones en servicios alojados de forma externa, en la propia Web.
Términos relativos al tema serían tales como: Web Os (sistemas operativos para la Web), Ubicuidad (el hecho de que nuestros datos o aplicaciones estén disponibles desde cualquier lugar) o Web 4.0 (el término que se impondrá para definir esta nueva Web ubicua y que se desarrollará en paralelo a la Web 3.0 ya mimetizada con lo semántico).
En la actualidad Google o Microsoft (el rey de las aplicaciones empresariales), llevan tiempo haciendo Amazon o Salesforce, y lo que están haciendo es empezar a preparar productos, sistemas operativos que desde el ordenador, los propios datacenters o la misma nube, sean seguros, eficientes, eficaces y atractivos en definitiva para las empresas.
Durante la era del PC, Microsoft Windows e Intel fueron los dueños de la gestión empresarial, hoy, cuando la potencia física, la capacidad de las infraestructuras de banda ancha ya resulta suficiente, son varios los que intentan repartirse el pastel de la “Cloud”, el “SaaS” (software as a service, software como servicio) o una tendencia que forma parte de la “Empresa 2.0”.
Existe, en paralelo a este movimiento, una corriente de pensamiento reticente, que llega a asegurar que los sistemas operativos para la web pueden terminar con lo 2.0.
El motivo: los consumidores y productores de información no somos desarrolladores de código (más si este, como en la mayoría de las plataformas en las que interactuamos es cerrado). Defensor ejemplar de este punto de vista es Richard Stallamn:
“Una de las razones por las que no debes usar aplicaciones web para tus tareas de TI, es que pierdes el control. Tú debes estar en condiciones de realizar tus propias tareas en tu propio PC, en un programa amante de la libertad. Si usas un programa propiedad de un proveedor, o el servidor Web de otra persona, entonces quedas indefenso…el cloud computing es una trampa”.
La solución: los FLOSS o sistemas operativos libres, para la nube.
Sin duda, el tema tiene una trascendencia importante ( Hugh Macleod):
“el cloud computing es la verdadera batalla importante en este momento en la escena tecnológica: las compañías que dominen “la nube” serán los verdaderos actores del futuro, con esquemas de concentración muy importantes debido a la misma naturaleza de la actividad”
Y si pensamos en monopolios es lógico que asuste el anuncio sobre el lanzamiento, por parte de Microsoft de Azure, su trampolín a un posible futuro en el ámbito de las plataformas, un sistema operativo que minimiza su papel en el escritorio y pretende ser el camino hacia las empresas en la nube.
La adopción por parte de empresas o usuarios de software libre dentro o fuera de la red, dependerá del nivel de desarrollo de este último. Bienvenidas sean, sea como sea, en principio, las empresas a la web.
En cuanto a la web semántica, creo que incrementará su potencial de aumento de eficiencia de los sistemas, más si tiene la oportunidad de desarrollarse en entornos inter operables y abiertos como los FLOSS.
En definitiva, elegir, como prosumidores, alternativas que nos ofrezcan el mayor grado de libertad, interoperabilidad y autocontrol posible. Seguir, los desarrolladores, también en esta nueva capa, trabajando en las opciones que mejor defiendan la libertad de todos.
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