Parece ser que se están incrementando las demandas de jueces y trabajadores de la mayoría de los órganos relacionados con el poder judicial.
¿Por que se ha agravado el conflicto y cuales son las consecuencias de no disponer de las TIC en el todo el entorno del poder judicial?
La primera cuestión que hay que abordar es que no es sostenible que el sector sea un sector de mano de obra intensiva, en un mundo de población creciente, con más interacción entre sus ciudadanos, y con un mayor desarrollo de las libertades individuales, con un énfasis especial de la población en las preocupaciones acerca de la seguridad, medio ambiente, libre competencia, etc.…. la necesidad de justicia crece exponencialmente. Estas necesidades deben ser cubiertas con herramientas que hagan más eficaces y eficientes a sus sufridores trabajadores. Que mejor que a través del uso de tecnología, concretamente la Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC).
Hay múltiples casos que avalan esta necesidad, cuyas repercusiones nos han puesto en alerta en los últimos tiempos, descoordinación, falta de comunicación entre departamentos, retrasos inaceptables y un sinfín de consecuencias graves y molestas para la ciudadanía, y para el sistema judicial. La necesidad latente junto con la poca oferta especializada que hay en el sector de la justicia ha llevado al Ministerio de Justicia a responsabilizarse del desarrollo del sistema que debe ser el futuro de la gestión judicial.
Actualmente en la mayoría de comunidades autónomas se esta en la fase de explotación, en fase de pruebas o ya en pleno funcionamiento, pero aun lejos de la integración total del sector al nuevo Sistema de Información.
La adaptación de la justicia a las TIC se está convirtiendo en un problema de gestión complejo, agravado por la necesidad creciente de productividad en un sector crítico para el funcionamiento del Estado, ralentizado por la dificultad de llegar a un consenso de cual es la mejor forma de gestionar y cual es la herramienta más adecuada y todo esto fuera del plazo que marca la actualidad. Sin olvidar que también es necesario un diseño organizacional distinto, en el que son necesarios nuevos perfiles y una adaptación a la nueva forma de trabajo en le sector.